EL CAMINO DEL EMPRENDEDOR | RESILIENCIA
AUTOR: Esteban Seijo
Tiempo de lectura: 3 minutosHe conocido a muchos emprendedores; yo mismo me considero uno. En este juego he visto que algunos persisten y logran el éxito, otros se rinden, otros se quedan en la planeación eterna en pláticas de Starbucks. Algunos emprendimientos dejan de llamarse como tales y se convierten en empresas reales con ganancias en aumento.
¿Pero qué hicieron los que lo han logrado? (para mí, lograr significa haber trabajado para alcanzar y/o mejorar algo y todo lo que esto conlleva)
He escuchado cientos de veces a personas decir cuáles son los ingredientes para tener éxito en un proyecto o emprendimiento, se habla de modelos de negocio, marketing, verticales, unidades, métricas, KPI´s, alianzas estratégicas, networking, embudos de venta, organigramas, rutas críticas, desarrollo organizacional, liderazgo, capacitación, estructuras financieras etcétera. Hoy parece que mientras más palabras acuñadas (recientemente o rescatadas del lenguaje porque te salen con “este término se usó por primera vez en 1800 y tanto “) domines entonces mostrarás “que sabes mucho” y entonces por eso tienes o tendrás éxito.
Lo anterior por supuesto, es parte del juego de construir un negocio, pero lo que realmente he observado en mi experiencia y colaborando con gente exitosa y no exitosa en diferentes áreas son elementos que poco tienen que ver con tener muchos títulos, muchos diplomas o saber muchas palabras rimbombantes. Algunas de las personas más exitosas en negocios que he conocido no terminaron ni la primaria; también conozco gente que “sabe mucho” (de manera formal o informal) pero viven en el fracaso.
No hablaré de las líneas de comunicación y PR que pueden crear una diferencia ni del “kick start” que haya tenido cada persona de acuerdo con su contexto cultural/familiar (es un hecho que cada persona comienza en un peldaño distinto de la escalera, algunos más arriba otros más o muy abajo). Aquí quiero destacar ciertas características que he observado que son CLAVE y están arraigadas en esas personas que han logrado construir proyectos exitosos o que están en camino de lograrlo: la Resiliencia, Persistencia y disciplina.
Comenzamos con ese primer rasgo y del que deriva todo lo demás: La resiliencia; la entendemos como esa capacidad de “aguantar vara”; los que hayan visto las películas de Rocky podrían estar de acuerdo en que este rasgo era su principal fortaleza. Lo golpeaban una y otra vez, pero él se levantaba, ajustaba y se lanzaba de nuevo. No era el más fuerte, ni el más alto ni el más simpático ni nada de eso, solamente se levantaba una y otra vez hasta que encontraba la forma de lograrlo.
La resiliencia incluye para mi el saber que te van a volver a tumbar, que habrá un nuevo reto cada día, que tendrás todas las barreras inimaginables para lograrlo, comentarios negativos y gente que tratará de pararte y decirte porqué no lo vas a lograr: “debiste empezar antes”, “ya estás viejo” “a nadie le interesa eso” bla bla bla; aún lo sigo escuchando a veces sin que lo digan en voz alta
Por supuesto, el ser resiliente incluye el poder de adaptación y de saber analizar, ajustar y cambiar lo que haya que cambiar, pero lo vital aquí es que estas personas NO SE RINDEN y continúan a pesar de la vida misma. La resiliencia incluye aprender continuamente y utilizar las caídas solo como fuente de enseñanza y no de lamento. Sé que esto no fácil, yo aún tengo días en los que lloro literalmente de coraje por no lograr algo o porque algo no sale como yo quiero, pero me doy una palmada en el hombro y sigo (sí, el camino del emprendedor es un camino solitario).
De la resiliencia naturalmente se deriva el concepto de la disciplina y la persistencia de los que platicaremos en otra ocasión.
Si eres emprendedor y te sientes solitario y abrumado solo te quiero decir ¡NO TE RINDAS! Continua a pesar de todo, levántate, ajusta, aprende y SIGUE. Un día verás la luz.
Recuerdo haber leído algo que alguien dijo “Nuestra mayor gloria no es no haber caído nunca, sino levantarnos cada vez que caemos”.
Y solo porque día a día lo sigues intentando, tienes toda mi admiración.